Sentido del olfato

La vida tiene distintos aromas, de niño conocemos el olor a dulces, infancia, olor a regaños, alegrías, felicidad, olor a familia. Ya de más grandecitos, conocemos el olor del sexo opuesto, nos interesa, el aroma de la chica de al lado, vainilla.

Existen olores que a veces no podemos percibir, por muy evidentes que éstos sean, existen algunos que quizá nunca conoceremos, y es por las circunstancias en las que nos desenvolvemos, conozco gente que no conoce el olor de la iglesia, a flores frescas, a incienso, a vino, a padre, a pederastas.

La ciudad apesta, apesta a corrupción, injusticia, racismo, pobreza, abusos, etcétera.

Alguien del campo dirá, no conozco el olor a ciudad, a contaminación, a estrés, caos, sudor, tráfico. Yo le contestaré, que bueno!

A mi corta edad he conocido olores que me gustaría no haber conocido, como el olor a la amargura, a tristeza, sufrimiento.

Sin embargo sé que todo es un proceso, que a lo largo de nuestras vidas a cada uno de nosotros nos a tocar olfatear todo, pero en diferentes etapas, nunca al mismo tiempo, por eso para combatir esas pestilencias, debemos de tener y entrenar a nuestra nariz y en general a todos nuestros sentidos, para que estén preparados.

Saber que siempre llegaran mejores aromas, que debemos de conocer todos, saberlos superar, saber con qué perfume taparlo, combatirlo; tener la mejor fragancia para cada mal olor. Esa es el arma más importante.

Muchos quieren el mejor perfume, pocos son los que lo obtienen.

La ciudad apesta, apesta a corrupción, injusticia, racismo, pobreza, abusos, etcétera.

Cada quien es responsable de nuestro propio aroma; olor a amistad, compaÑERISMO, lealtad, felicidad, sinceridad, y muchos muchos más. Pero del que nadie se salva, ni con el más efectivo perfume o loción, es el olor a muerte, cempasúchil, cementerio, tierra; porque el olor de la vida nunca llega sólo, aguarda hasta el final para cederle su lugar al que todos tememos.

No lo podemos evitar, lo que si podemos hacer, es disfrutar de los aromas que la vida nos brinda, saber escoger el mejor de los perfumes para darle un mejor olor a la vida.