Palabras más, palabras menos entendimiento

Hace unos días decidí entrarle al mundo de los gatos, adopté un gato bebé de la camada de una amiga. Con dos meses de nacido lo acogí en mi casa (bueno la casa de mis papás) a sabiendas de que mi jefa seguramente me correría por tal cosa. 

Y bueno la aventura comenzó así, un día no recuerdo qué es lo que estaba viendo exactamente una serie o algo así que me conmovió demasiado porque había un gato de por medio como mascota de acompañamiento, me dieron ganas de tener uno. Cuando era niña en la casa donde vivíamos había gatos conviviendo con nosotros, mis papás nunca nos enseñaron a ver a los gatos como mascotas, consintiéndolos, dándoles de comer, apapacharlos etcétera, siempre fueron como prevención para los ratones. Cosa contraria que vimos mi hermana y yo con los perros, mi papá siempre fue muy perrero como él dice, pues durante su infancia adoptaba a cualquiera que lo siguiera y así siempre ha sido más simpático con los perros. Ya de grande veía a un gato y X, no era como cuando veía a un perro, lo acariciaba, le hablaba bla bla bla. 

Ya con el tiempo en la universidad resulta que los gatos se volvieron populares para mi, tengo muchos amigos amantes de los gatos, y bueno yo siempre les confesaba eso que no había tenido nunca como tal a un gato como mascota, no había despertado mi interés tenerlo pero de un tiempo para acá esa posibilidad la abrí yo, pues antes estaba muy cerrada con esa decisión, pero me dije bueno en realidad nunca la he tenido como tal, nadie habla de manera negativa de ellos, y la neta no voy a emitir un juicio sin antes conocerlo. 

Resulta que por estas circunstancias de la vida y gracias a mis amigos decido abrirme a tener uno como mascota. Y bueno después de ver no sé qué cosa le escribo a mi amiga amante de los gatos, le digo que me regale un gato bebé y me dice que otra amiga está dando en adopción unos, pues como que ya me estaba arrepintiendo y dije bueno ya, si se da chido sino pues nel. Y así es como adopté al Sr. Bigotes.

Quiero resaltar que tengo un sobrino de ocho años y como muchos ya sabrán pues uno como tíx no puede meterse mucho con su educación afortunada o desafortunadamente. Se lo presento en primer día y le digo vamos a ponerle nombre y yo ya había pensado en ese nombre jajaja es lo más cagado. Ahora cuando mi sobrino viene a verlo trato de decirle cómo cuidarlo y cosas sobre gatos. Espero que me vaya bien en este viaje. Pamparios